Desde que, allá por los años 20 del siglo XIX, cuando Daguerre y Niepce lograron retener las imágenes que se formaban en la cámara oscura, hasta la actualidad, con las supercámaras integradas en los smartphones, la fotografía se ha ido incorporando a la cotidianeidad de la gente común (y no tan común) en todos los elementos y aspectos de la sociedad. La fotografía ha estado viva en el arte, en la economía, en la guerra, en los servicios secretos, en el ocio, en el delito, en los funerales y en todos y cada uno de los grandes acontecimientos de la Historia desde entonces.
Hoy en día millones de personas tienen algún artefacto con el cual poder hacer fotografías. Y, por tanto, también son millones de personas las que guardan infinidad de fotografías, propias o ajenas, por la enorme facilidad que en la actualidad supone esa tarea, con la nube o las enormes memorias capaces de guardar grandes cantidades de datos.
Pero cada cual vive la fotografía a su manera. Hay quien vive de ella, trabajando para los medios de comunicación o para la publicidad, haciendo reportajes de bodas, o retratos para el DNI. Hay quienes son capaces de crear arte, o simplemente guardar recuerdos de viajes inolvidables. O incluso quienes viven la fotografía de forma compulsiva. Diferentes intereses y diferentes necesidades. Hay quienes no necesitan ni desean leer libros sobre la fotografía, a pesar de que les pueda apasionar hacer fotos. Quienes necesitan libros para aprender, por ser la fotografía su forma de vida. O a quienes les gusta conocer el trabajo de los que son capaces de crear arte con sus cámaras. Hay libros para todos los gustos. Por eso marcar un top de los mejores libros de fotografía es una tarea imposible. Prefiero hablar de los libros que más me han marcado o los que más me han gustado o los que más útiles me han sido. Aquí tenéis mi selección.
Siempre he visto y he vivido la fotografía como una forma de hacer arte. Se puede entender el arte (al menos esta es una de las maneras como lo vivo yo) como la visión que de la realidad tiene cada uno. Por eso el arte es ética y es estética, es creatividad y compromiso, es revolución y contrarrevolución. Es una herramienta del poder para adoctrinar, pero también un medio disruptivo para transformar las mentalidades. Por eso es importante aprender a leer el arte, a mirar la fotografía, a descifrar los códigos para entender el mensaje. Y también para disfrutar más al contemplar una obra de arte. Hay muchos libros que nos pueden ayudar con esta tarea, pero voy a destacar solo tres.
Susan Sontag publicó su Sobre la fotografía a comienzos de los setenta del siglo pasado, y supuso una auténtica revolución en un periodo muy convulso socialmente, pero también brillante a nivel creativo, planteando asuntos de estética y de ética sobre la fotografía, que aún siguen siendo válidos. Como texto teórico sobre lo que significa la fotografía, es fundamental.
John Berger publicó también en ese periodo su clásico Modos de ver, en mi opinión demasiado ideologizado. Prefiero su texto menos conocido Otra manera de contar, en colaboración con el fotógrafo suizo Jean Mohr, en el que inciden en los temas que ya propuso Sontag anteriormente. También el filósofo Walter Benjamin, en la recopilación de artículos y capítulos Sobre la fotografía que la editorial Pre-textos publicó hace veinte años, se adelantó a Berger y Sontag en su visión de la fotografía; una auténtica delicia que me hizo plantear la fotografía como el arte de la captura de lo efímero, del instante único e irrepetible.
Ese aprender a ver y a mirar, hay que llevarlo a la práctica fotográfica. Y aquí, sin duda, mi gurú es Michael Freeman, con dos libros que para mí son indispensables y que he repasado más que ninguno otro, El ojo del fotógrafo, el mejor manual de encuadre en fotografía que existe, en mi opinión; y Todo lo que necesitas saber para tomar fotografías perfectas, un título muy largo (¡y atractivo!) para un breve texto que procuro tener siempre a mano a modo de chuleta, ya que te muestra de forma breve, concisa y clara todo lo que necesitas saber para la práctica de la fotografía.
En esa misma línea, pero más centrado en la fotografía de calle, hay que citar a Joel Meyerowitz y su clásico Cómo hago fotografías. Sin olvidar otro gran clásico, el también fotógrafo británico (como Freeman) Henry Carroll, con su también atractivo título Lea este libro si desea tomar buenas fotografías, en el que, en seis capítulos dedicados a diferentes aspectos, como la luz, la composición, el ver o el sentir, nos da consejos apoyándose en el trabajo de grandes fotógrafos de todos los tiempos; breve y práctico. Y por último reseñar el libro de uno de los grandes fotoperiodistas españoles de las últimas décadas, Tino Soriano, con su Ayúdame a mirar. La biblia del reportaje gráfico, casi 500 páginas llenas de sabiduría, en las que nos da una lección magistral, a través de la historia de la fotografía, no solo válida para el periodismo gráfico, sino para todo aquel que se plantea un proyecto fotográfico.
Como hemos intuido en los párrafos anteriores, la mejor forma de aprender fotografía es a través de los grandes maestros (sobre hombros de gigantes). Dos libros que recogen la historia de la fotografía de forma muy visual son Cómo leer la fotografía, de Ian Jeffrey, seguramente ya imposible de comprar, salvo en el mercado de segunda mano, y Foto: Box. Los grandes maestros de la fotografía, de nuevo editado recientemente por Lunwerg.
Siento auténtica veneración por la agencia Magnum, y mucho tiene que ver mi gran sueño de juventud de llegar a ser un reportero gráfico (pero terminé por convertirme en librero). Básico para todo aquel que, como yo, es devoto de Magnum es el libro que en España publicó Blume, en edición de Kristen Lubben, Hojas de contacto, un auténtico yacimiento arqueológico en donde reconstruir la historia y la esencia de esta agencia de fotografía. Gran representante de Magnum es el mítico Robert Capa, que en su libro Ligeramente desenfocado cuenta su paso por la Segunda Guerra Mundial y a partir de ahí, cómo logró ser el fotógrafo que fue. Un libro muy entretenido con una lectura adictiva. Y sin salir de Magnum, y tampoco de España, voy con nuestra gran Cristina García Rodero, la primera persona española en entrar en la agencia. Creo que es una enorme injusticia y también un error, que no se puedan conseguir actualmente en España los grandes libros de Cristina, especialmente España oculta. Por eso hay que agradecer a Javier de Juan que haya publicado recientemente Ser fotógrafa, un regalo de la vida, un recorrido autobiográfico y visual de toda su trayectoria en el mundo de la fotografía. Por favor, leedlo.
Y ya fuera de Magnum, quiero citar dos obras que creo que no pueden faltar en la biblioteca de ningún amante de la fotografía. Me refiero a Los americanos, de Robert Frank, con un texto de Jack Keruac, una obra honesta, sencilla, ejemplo de cómo atrapar con la cámara el alma de la gente. Y también las 400 fotografías de Amsel Adam, desgraciadamente ya descatalogado, que supo retratar como nadie la naturaleza en blanco y negro, un dominio inigualable de las luces y las sombras cargado de belleza y ética.
Hay muchos y grandes libros de fotografía en el mercado actualmente. Y si no lo están, seguro que se pueden conseguir en algunas de las bibliotecas públicas que hay a lo largo de la geografía española. Pero he querido compartir con vosotros los que me han marcado en estos años, y sigo leyendo y hojeando. Cada cierto tiempo os iré contando algunas de las novedades que continuamente van llegando a las librerías. Que tengáis buena lectura.
